domingo, 3 de agosto de 2014

Las caras siempre cambian

Volver a ver a una persona después de tanto tiempo...



Ese sentimiento que nosotros tenemos al ver a alguien que estuvo ausente por mucho tiempo fuera de nuestra vida es... Interesante, diría yo. Recuerdo que cuando yo era pequeño solía emocionarme; pero, emocionarme de verdad, hasta me salían lágrimas de felicidad. Todo era así, antes... Me he percatado que se me hace indiferente tener un reencuentro con las personas, hace poco un amigo me vino a visitar, él se fue a vivir lejos de la zona (para ser sincero no lo consideraba como un amigo, simplemente un conocido que me caía bien), me pareció lindo el detalle de venir a verme, pero a decir verdad me dio igual. También está el hecho de que alguien muy importante para mí, por fin vino a quedarse conmigo; y adivina qué: ¡se me hizo completamente normal! Sentí algo de alegría (si no lo hiciera sería un robot... o.o), supongo que es porque ya no soy un niño, ya pasé ésa etapa... Me hace pensar que cuando sea cuarentón (ojalá que no sea un solterón que vive sólo con sus perros "el loco de los perros", LOL) sentiré la misma emoción al reencontrarme con alguien, como cuando era niño; tal vez ése sentimiento se incremente a medida que envejezca, por algo los ancianos son como niños (amo a los ancianos, siempre tienen historias que contar) y por último cabe destacar que tengo miedo de mi futuro.

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